viernes, 1 de junio de 2012

1.El antecedente mas inquietante


En 1918 y 1919 la gripe española mató a 40 millones de personas de personas y, desde entonces, el fantasma de las pandemias recorre el mundo. Y mucho más desde ayer, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el nivel de alerta sanitaria mundial a cinco (de seis posibles) por la gripe porcina.
Ocurre que cada 30 o 40 años el mundo suele sufrir una pandemia de influenza con una nueva cepa de gripe que se propaga rápidamente y provoca la muerte de miles de personas en pocas semanas.
Si se produjera un escenario similar al de 1918/1919 (el peor posible), la gripe afectaría a cerca del 40% de la fuerza laboral, lo que mataría a millones de personas y llevaría a la escasez de suministros y a una baja dramática del comercio mundial.
Pero, según infectólogos consultados por LA NACION, el brote de gripe porcina no será ni por asomo tan mortal como el de la gripe de 1918. Ni siquiera sería tan agresivo como el de la gripe de Hong Kong, que mató en 1968 a un millón de personas.
"Esto es como los terremotos. Se sabe que viene y no se sabe cuándo. La pandemia es impredecible, pero hasta ahora no se ha visto. Fuera de México murió un chiquito de 23 meses que podía estar en riesgo por otras razones por fuera de la pandemia", dijo a LA NACION el médico infectólogo Daniel Stamboulian.
Por su parte, el profesor de Infectología de la Universidad del Salvador Eduardo López dijo que la gripe española se produjo "cuando un virus de origen aviar afectó a una enorme cantidad de países en épocas de recursos terapéuticos muy precarios".
"Aunque estamos frente al riesgo de una pandemia, siendo cautamente optimistas, se puede decir que no vamos a tener el número de casos de la gripe española ni tampoco el de la gripe de Hong Kong", agregó.
Esta última se difundió muy rápidamente, de modo que enseguida hubo 30.000 casos. "Ahora, en cambio, si se saca a México, la cantidad de casos no llega a 2000", dijo López.
Según el médico infectólogo, los factores que hacen prenunciar que no se reiterará una pandemia similar a la de la gripe española es que en esa época no había antibióticos para tratar el mal.
Ahora, en cambio, existen tratamientos efectivos, porque el virus porcino es sensible a dos antivirales conocidos: Oseltamivir y Zanamivir. También hay amplias posibilidades de desarrollar una vacuna en un lapso de entre cuatro y seis meses.

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