En todo Estados Unidos, los avances tecnológicos y mejora de la productividad en muchas fábricas de la nación habían comenzado a transformar los sistemas de transporte de la nación.
El número de pasajeros que viajan en tren se había triplicado desde 1896, lo que capacita a la principal forma de transporte para los estadounidenses en 1918. Dos años después de la pandemia, en 1920, alcanzó su punto máximo el transporte ferroviario, con más de mil millones de pasajeros que viajan en tren.
Sólo unos pocos estadounidenses propiedad de automóviles en 1918. Sin embargo, la introducción de Henry Ford de la Modelo T, un coche asequible para las masas, había comenzado a cambiar todo eso. Cuando los coches se hicieron más comunes, una red de carreteras se levantó, la sustitución gradual de los trenes.
En 1918, sin embargo, esta red de carreteras era todavía limitado. PHS oficiales que utilizan los coches para viajar a los pacientes con influenza de rutina descubrió que en mal estado los caminos de tierra causados llantas ponchadas y los motores dañados. Durante la pandemia, los funcionarios del PHS que viajaban en coche se vieron obligados a menudo a combinar las habilidades de un mecánico con las de un médico.
Varias ciudades estadounidenses como Boston, Nueva York y Filadelfia se jactó sistemas importantes líneas de metro y tranvía, con la apertura el primer sistema de metro en Boston en 1897. La popularidad de estos sistemas les hizo un conducto natural para la influenza. Durante la pandemia, muchas ciudades, e incluso están cerradas sus sistemas de transporte público. En aquellas áreas donde los sistemas de transporte permanecieron abiertos, los pasajeros llevaban máscaras para prevenir la transmisión de la gripe.
Transporte: Desde 1909 en adelante, los pasajeros invadieron las estaciones de metro de las ciudades más concurridas del país.[Crédito: La Biblioteca del Congreso]
No hay comentarios:
Publicar un comentario