sábado, 24 de marzo de 2012

La gripe española

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Según las estimaciones más recientes la cifra de muertos oscilaría entre 50 y 80 millones de personas, entre un 2’5 y un 5% de la población del planeta en ese momento. En España murió el 1’5% de la población, lo que supuso que nuestro país tuviese un crecimiento negativo en 1918. En EEUU (Estados Unidos) la esperanza de vida en ese año se acortó más de 10 años.
Aunque sólo han transcurrido 90 años desde la pandemia y a pesar de las enormes repercusiones que en consecuencia hubo de tener, la historia oficial se ha olvidado de ella, siendo muy difícil encontrar datos de su impacto más allá de los virológicos o científicos. Existe abundante literatura sobre las repercusiones económicas de la I Guerra Mundial, pero no de la pandemia de 1918. Quizás esto se deba a la propia guerra o la situación de revolución social que se vivía en muchos lugares, o también a las características epidemiológicas de la propia gripe: duración corta que no alcanzó a producir el terror que suscita la palabra “peste”, ni a afectar irreparablemente la vida social y económica de la sociedad. Además las posteriores pandemias de 1957 y 1969 fueron de escasa mortalidad, lo que apaciguaría el temor de que pudiera repetirse. 
- Causa: virus gripal de origen animal
- Cursó en tres brotes entre las primaveras de 1918 y 1919
- Entre 50 y 80 millones de muertos: 1’5 – 5% población mundial
- India: mortalidad 5% población
- España: 1’5 % población (1918 crecimiento negativo)
- EEUU: reducción 10 años esperanza de vida en 1918
- Nombre injusto consecuencia guerra
- Aliados: censura informativa
- España, país neutral: publicación en medios

La "gripe española", la mortífera pandemia que solo tenía de español el nombre

La Primera Guerra Mundial mató a 16 millones de personas, una terrible masacre que asoló Europa entre 1914 y 1918. Pero en los bastidores de aquella guerra se gestó una guerra biológica y, al menos, tres veces más mortífera. Al contrario que la primera, ésta no enfrentaba humanos con humanos, sino virus con humanos: entre 1918 y 1920 la gripe española mató entre 20 y 200 millones de habitantes, lo que le confiere el dudoso honor deser la pandemia más mortífera de la Historia.
Pero la gripe española (‘spanish flu’) no se originó en España, sino en Francia o en Estados Unidos (hay varias teorías al respecto). Lo que sí surgió en España es buena parte de la información sobre la gripe, porque España fue neutral en la contienda y los periódicos españoles pudieron informar libremente sobre la enfermedad, mientras los medios de comunicación de los países beligerantes –Francia, Inglaterra, Alemania- censuraban cualquier información sobre la gripe, para no desmoralizar a las tropas.
Las personas y los militares de los países en liza se informaban en los periódicos españoles sobre la evolución de la enfermedad, y así surgió el nombre de ‘gripe española’que ha quedado como marchamo de España para la historia.
No queremos pecar de victimistas por esta etiqueta. Como explica este artículo de la NPR, la radio pública de EEUU, la xenofobia está tan arraiga en el lenguaje que a la sífilis que asoló la Europa renacentista se le llamaba en Italia “fiebre francesa”, mientras en Francia era conocida como la “enfermedad de Nápoles”. En las enfermedades infecciosas, como todo en esta vida, nadie es profeta en su tierra.
Pero aunque no surgió en España y la tasa de mortalidad fue en este país relativamente baja respecto al resto del mundo, la gripe española pudo haber acabado con la vida de260.000 españoles (el 1,5% de la población). Según una investigación realizada por el epidemiólogo Antonio Trilla, del Hospital Clinic de Barcelona, en 2009, la epidemia pudo entrar a España a partir del flujo de trabajadores españoles y portuguesas
Para hacerse una idea de la extensión de la pandemia valga un dato: se estima que un tercio de la población mundial contrajo en algún momento la gripe española. Teniendo en cuenta que entre el 10 y el 20% de los infectados moría, esto significa que entre el 3 y el 6% de todos los habitantes del planeta fallecieron víctimas de la ‘gripe española’.
Pero, insistimos, España no tuvo nada que ver. Somos inocentes.

sintomas de la gripe

La gripe se confunde a menudo con el resfriado común, pero los síntomas de la gripe suelen ser mucho más intensos que la nariz tapada y los típicos estornudos propios del resfriado.

Entre los síntomas de la gripe, que suelen comenzar unos dos días después de la exposición al virus, se incluyen los siguientes:

  • fiebre
  • escalofríos
  • dolor de cabeza
  • molestias musculares
  • mareo
  • pérdida del apetito
  • cansancio
  • tos
  • dolor de garganta
  • moqueo nasal
  • náuseas o vómitos
  • debilidad
  • dolor de oídos
  • diarrea

Los lactantes que contraen la gripe también pueden dar la sensación de estar muy inquietos de forma repentina o simplemente tener mal aspecto.

viernes, 23 de marzo de 2012

la gripe española ``detras de un telón´´

Para acelerar más histeria algunos han sacado del recuerdo a “la gripe española” como si se tratara de un antecedente de la actual. La historia documenta que no hay similitudes.

Empezó en los últimos meses de concluir la Primera Guerra Mundial. En febrero de 1918 la “fiebre de los tres días” se había metido en el cuerpo de 8 millones de españoles y en Madrid atacó a un tercio de la población. Síntomas: fiebre de 40 grados, dolor agudo en la cuenca de los ojos, en los oídos y en la zona lumbar. Pero al cabo de tres días la mayor parte de la gente se recuperaba. Esto es lo que cuenta el libro “Historia Mundial de los Desastres”, de John Withington y comentado en el diario El País. Pero la peste no había surgido en España sino en las sucias y pestilentes trincheras de los países en pugna bélica en aquel terrible conflicto militar de cuatro años de duración.

No había medicación posible para frenar la pandemia. No existían los antivirósicos, ni los contundentes antipiréticos, ni los antibióticos (que recién aparecerán casi al finalizar la Segunda Guerra Mundial). La gripe se combatía con reposo y con paños fríos. Arrastró, como mínimo, el doble de muertos que en los campos de batalla: más de 20 millones de víctimas.

Ciertamente surgió en los campamentos del Ejército de los Estados Unidos, que ingresó en la guerra en 1917. Fueron 11.000 los soldados norteamericanos que murieron de gripe y no por las balas o el bombardeo en el Frente Occidental. Pero otros 22.000 fallecerían en los cuarteles de su propio país sin llegar a salir en los barcos rumbo a Europa. Una persona de cada diez se contagió de la peste en Boston. En Bombay (India) murieron 700 personas en un día y los menos afectados fueron los de la casta de los “intocables”, porque nadie se les acercaba. En el suroeste de África, los hospitales sólo admitían blancos. Faltaba infraestructura sanitaria y remedios. En Quebec, Canadá, murieron 10.000 sin poder ser atendidos. Si uno estornudaba o tosía en una calle de Nueva York podía ser multado con 500 dólares o encarcelado durante 1 año. Um periódico de Copenhague, Dinamarca, proclamó: “La lección que tenemos que extraer de esta pandemia es que hay que combatir la pobreza” y, de hecho sirvió para que mejorara la sanidad pública.

No hay relación de la actual gripe A o H1N1 con la española. No se ha expandido por el mundo y a los médicos los ampara una decisiva farmacopea que frena o termina con los síntomas.


Dos grupos diferentes de científicos que trabajaban en el desarrollo de una vacuna para la cepa H5N1 de la gripe aviar, se han puesto de acuerdo para posponer temporalmente su investigación debido a la creciente preocupación de que una versión del virus altamente contagiosa, con la que los investigadores están trabajando, podría caer en manos de terroristas y desencadenar una pandemia mortal.
La cepa de laboratorio con la que los científicos trabajan tiene un gran potencial de propagarse entre los humanos a través del aire. La versión original de este virus de la gripe aviar, el H5N1, ha cobrado la vida de 340 personas en todo el Mundo desde que detectó por primera vez en 2003.
Los científicos de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, y en el Centro Médico de laUniversidad de Erasmus, en los Países Bajos, informaron que están voluntariamente deteniendo su trabajo durante 60 días.
Los investigadores indicaron que estos dos meses se los están dando a los gobiernos, organizaciones internacionales y a la comunidad científica para determinar si su exploración puede realizarse de forma segura.
Funcionarios de bioseguridad y expertos en salud dicen que si el virus alterado llegara al público en general, podría causar una pandemia devastadora. Algunos temen que una epidemia mundial de gripe aviar en el aire podría rivalizar con el brote de gripe española de 1918, con la cual se estima murieron entre 20 y 40 millones de víctimas en menos de dos años.

el virus reconstruido

El 5 de octubre de 2005 también en Science, se publica por primera vez en la historia la reconstrucción de un virus totalmente extinto, el virus de la gripe de 1918 (H1N1). El virus fue totalmente reconstruido in vitro a partir de las secuencias obtenidas del análisis de muestras históricas de tejidos realizadas por el grupo de Jeffrey Taubenberger. Según el informe, después de varias décadas los científicos lograron recrear el virus con ayuda de técnicas de genética inversa, para 'volverlo a la vida' en un laboratorio de bioseguridad de nivel 3, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta. Sus efectos fueron estudiados en ratones, embriones de pollo y células pulmonares humanas, empleando para ello diversas versiones fabricadas con genes de otros virus gripales, y así efectuar comparaciones y descubrir los elementos que lo hicieron tan mortífero. Al igual que el original, el virus reconstituido mató en pocos días a los ratones, y se comprobó que también mataba a los embriones de pollo, del mismo modo que el virus aviario H5N1. En suma, el virus de la gripe humana se mezcló con el de la gripe del pollo y se transformó en una enorme pandemia cuando, tras la mezcla de genes de ambos virus, una proteína de la cubierta exterior (la hemaglutinina), de origen aviar, consiguió adaptarse al organismo humano mediante cambios sutiles que la convirtieron en una de las peores pesadillas de la humanidad.

jueves, 22 de marzo de 2012

Respuesta inmune ante el virus.

En la defensa inmune contra el virus se implican 5 mecanismos:
  • Inmunidad celular específica, muy temprana, con multiplicación de las linfocitos T citotóxicos.
  • respuesta inflamatoria inespecífica.
  • Producción de interferón.
  • Inmunidad humoral con aparición de anticuerpos circulantes con un máximo hacia la segunda semana que se detectan mediante IHA (inhibición de la hemoaglutinación), neutralización, fijación del complemento, ELISA (inmunoabsorción por enzimas) etc.
  • Inmunidad humoral con aparición de anticuerpos locales (IgA).
La eliminación del virus (hacia el 8.º día) seguramente es debida a los 3 primeros mecanismos pues los 2 últimos, con producción de anticuerpos, son tardíos.

Mutaciones antigénicas provocadas por la gripe.

Aproximadamente una vez cada diez mil nucleótidos (la longitud del ARN del virus), la ARN polimerasa comete un error en la inserción de un nucleótido (debido a la ausencia de enzimas de prueba de lectura de ARN) lo que ocasiona que casi cada nuevo virus creado porta al menos una mutación. Esas mutaciones provocan la variación antigénica de los virus y las dificultades del sistema inmunitario para identificarlos como tales y eliminarlos.
La separación del genoma en ocho fragmentos diferentes permite recombinar los cambios si más de una estirpe viral infecta a la misma célula. El recambio rápido resultante en el material genético produce cambios antigénicos y permite al virus infectar nuevas especies huésped y superar rápidamente los mecanismos de defensa inmunitaria. Esto tiene trascendencia en la fase de emergencia de las pandemias como se discutirá en la sección de epidemiología.

Gripe comun y gripe A


Los síntomas de la Gripe A y los de la gripe común son similares pero se presentan con distinta intensidad. Es importante estar atento a estas diferencias y ser muy preciso cuando le relatamos al medico cuales son nuestros síntomas, para favorecer un diagnóstico certero.

La Gripe A se caracteriza por un comienzo brusco de
fiebre que supera los 39 grados, con escalofríos, dolor de cabeza intenso, malestar general y tos seca. A las 24 horas se inicia el dolor de garganta, congestión nasal y tos con desgarro.

Además, de estos síntomas las personas afectadas pueden tener conjuntivitis, dolor abdominal, nauseas, vómitos y ocasionalmente diarrea.
La gripe dura 5 días en promedio.

El inicio de los síntomas de la gripe A se produce de 1 a 7 días después de contraer el virus, mientras que si se trata de una gripe estacional, el plazo se reduce de 1 a 4 días. Sin embargo, la duración es inversamente proporcional:c
on gripe A, los síntomas durarán hasta 4 días; con gripe normal, hasta 7.

En ambos casos, hay una tos seca, pérdida de apetito, diarrea y escaso lagrimeo. Y un laboratorio debe ser, en cualquier caso, el que ofrezca un diagnóstico definitivo y aconsejará los antivirales adecuados
-nunca antibióticos- para administrar al paciente.

Además, se recomienda descansar, beber líquidos y evitar el alcohol y el tabaco. 

 

Medicamentos antivirales contra la gripe


1. ¿Con qué fin se usan los antivirales?

Los antivirales pueden aminorar los síntomas y acortar la duración de la enfermedad, precisamente los efectos que tienen contra la gripe estacional. También pueden contribuir a evitar una afección grave y la muerte. El virus A (H1N1) es nuevo y, por tanto, es muy reducido el número de personas infectadas por él que han sido tratadas con antivirales.

2. ¿Qué antivirales atacan a este virus?

Hay dos clases de antivirales contra la gripe:
-Los inhibidores de la neuraminidasa como el oseltamivir y el zanamivir
-Los adamantinos, como la amantadina y la rimantadina
En pruebas efectuadas con virus aislados de enfermos en México y los Estados Unidos se ha observado que el nuevo virus H1N1 es sensible a los inhibidores de la neuraminidasa, pero es resistente a la amantadina y la rimantadina.

3. ¿Puede el virus hacerse resistente al oseltamivir y el zanamivir?

Es posible que el virus llegue a presentar resistencia a los antivirales usados contra la gripe. Por lo tanto, la OMS y sus asociados están vigilando la resistencia a los antivirales.

4. ¿Debo tomar antivírico por si acaso contraigo el nuevo virus?

No. Sólo debe tomar un antivírico como el oseltamivir o el zanamivir si así se lo recomienda el médico. No se deben comprar sin prescripción medicamentos para prevenir o tratar la nueva gripe, y hay que tener mucho cuidado al comprar antivíricos por Internet.

5. ¿Cómo se debe administrar el tratamiento?

Los pacientes con gripe A que reciben antivirales en las primeras 48 horas tras la aparición de los primeros síntomas tienen menos riesgo de desarrollar neumonía, una de las causas de muerte más frecuentes de estos pacientes, y su riesgo de hospitalización, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En las primeras 48 horas se consiguen los máximos beneficios para el paciente, pero su inicio tardío también es beneficioso. Hay que administrarlo tan pronto como sea posible, incluso sin esperar al resultado de lso test que confirmen el virus.

viernes, 9 de marzo de 2012

historia de una pandemia


Desde mayo de 1918 una primera oleada de gripe se hizo presente en muchas ciudades españolas. Era benigna pero de alta contagiosidad. La segunda oleada de esta epidemia, ya extendida por todo el mundo, resultó maligna afectando de una manera terrible el mundo rural español hasta causar un cuarto de millón de víctimas. Incluso una tercera oleada en la primera parte de 1919 resultó devastadora.
A todo ello tuvo que enfrentarse la sociedad española con una organización sanitaria muy deficiente, unos conocimientos médicos limitados, entre críticas a unos gobiernos en permanente crisis, unas malas condiciones sanitarias que permitían la presencia constante de numerosas epidemias.
Este libro describe, a través de la prensa de la época, cómo reaccionó esa sociedad desde las bromas iniciales al cuestionamiento de todo aquello que agravaba la falta de higiene, la inexistencia de medios, en un clima donde imperaba el pánico ante aquel mal incontrolable.

El parecido del H1N1 y la gripe española explican la inmunidad de los mayores

Los cambios evolutivos en los virus revelan por qué las vacunas de la gripe estacional no protegen frente a la gripe H1N1 de 2009 y explicarían la inmunidad de los mayores ante este virus pandémico con similitudes importantes con el de la gripe española de 1918, según dos estudios que se publican esta semana en las revistas 'Science Translational Medicine' y 'Science' respectivamente.
   En 'Science Translational Medicine', los investigadores muestran cómo el virus H1N1 es diferente de los virus de la gripe estacionales pero similar a la gripe 'española' pandémica que arrasó el planeta en 1918. Los descubrimientos son importantes para predecir cómo el H1N1 evolucionará en el futuro y proporcionan un modelo para el desarrollo de una vacuna preventiva que podría convertir los virus pandémicos en más manejables.
   El equipo de Chih-Jen Wei, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas estadounidense en Bethesda, inyectó a grupos de ratones los virus de la gripe estacional y pandémica tanto de 1918 y de 2009. Al analizar la respuesta inmune de los ratones a estos virus descubrieron que los anticuerpos desencadenados por la exposición a los virus pandémicos protegía a los ratones de las gripes de 2009 y 1918.
   Se produjo sin embargo un resultado diferente con los anticuerpos de la gripe estacional: no tenían efecto protector sobre los virus pandémicos, aunque protegían contra la gripe estacional perfectamente. Estos resultados indican que los virus de 2009 y 1918 comparten elementos comunes que facilitan a los anticuerpos ofrecer una protección igual contra estos dos virus que en otros sentidos son distintos.
   Los investigadores observaron que los anticuerpos que protegían con éxito contra la gripe pandémica se unían a la parte superior de la proteína de anclaje, una molécula letal que se sitúa en la superficie del virus y le ayuda a infectar las células. Además, las proteínas de anclaje de los virus de 1918 y 2009 eran muy similares.
   Además, la proteína de anclaje de los virus de la gripe estacional tiene dos grupos de azúcar unidos a la proteína de anclaje que no tiene la gripe pandémica, estos grupos de azúcar son particularmente engañosos porque enmascaran al virus estacional y evitan que el sistema inmune lo reconozca. Este es un 'truco' evolutivo que la gripe estacional utiliza para evadir las vacunas que funcionan sobre la gripe pandémica.
   Los resultados podrían también explicar la resistencia de las personas mayores al virus H1N1 presente. La exposición a un virus parecido al de 1918 durante su juventud significa que el sistema inmune de los mayores podría reconocer la proteína de anclaje de los virus de la gripe H1N1 de 2009 y por ello ser capaces de detener su habilidad para infectar las células.
   En el estudio en 'Science' publicado en 'Science Express', la edición digital de la revista, un equipo dirigido por Rui Xu del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla (Estados Unidos), utilizó estructuras de cristal para mostrar cómo los anticuerpos humanos se unen a la parte superior de la proteína de anclaje de los virus pandémicos de 1918 y 2009.
   Los investigadores descubrieron que los anticuerpos humanos generados por los virus protegen de igual forma contra ambos virus. Al observar en mayor detalle, los investigadores descubrieron que los virus comparten una porción casi idéntica denominada epitope, una parte de la molécula que actúa como una etiqueta a la que se une un anticuerpo.
   Los descubrimientos podrían explicar por qué las personas mayores, sobre todo aquellas mayores de 65 años, tienen una inmunidad preexistente al virus H1N1 de 2009.
La gran gripe española.

Las enfermeras a domicilio a veces se encontraban con escenas parecidas a las de los años de la peste, del siglo XIV.... Una enfermera encontró al esposo muerto en la misma habitación donde yacía su esposa con mellizos recién nacidos. Habían transcurrido 24 horas desde la muerte y los nacimientos, y la esposa no había comido nada, excepto una manzana que por casualidad estaba al alcance de su mano.

La propaganda y "
gripe española":
Ya te comente que el primer caso registrado se dío en Estados Unidos. La gripe española, llamada algunas veces la "dama española", recibió este nombre equivocado debido a la censura de guerra. Tanto las fuerzas aliadas como alemanes restringían la información para que no llegara al enemigo, ya que podría utilizarla con provecho. Sin embargo, los periódicos españoles, que no estaban censurados, hablaban abiertamente de los millones de españoles que habían muerto durante los meses de mayo y junio de 1918 a causa de la gripe, y esta información llegó a todos los periódicos del mundo. España, ofendida por el poco halagador epíteto, acusó a Francia, diciendo que la enfermedad había venido de sus campos de batalla y había volado sobre los Pirineos, llevada por el viento. El nombre erróneo perduró hasta nuestros días.

En los meses que duro la 
pandemia solo en Yanquilandia (cifras oficiles ya que parece que por allá no hay espacio para perspicacias como aquí) murieron 675.000 personas por causa de la gripe española —más víctimas que en la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, la guerra de Corea y la guerra de Vietnam juntas.


 La gran pandemia de gripe   En solo semanas la ciudad de Nueva York ya enterró a 33.000 víctimas. Filadelfia perdío a casi 13.000 habitantes. Hay ciudades abrumadas por el número de cadávares, se agotaron los ataúdes. Los cementerios no dan a basto y los familiares deben cavar las tumbas de sus muertos.

El relato corresponde a la epidemia de gripe, mal llamada gripe española, de 1918. Recientes trabajos calculan la víctimas entre 50 a 100 millones en todo el mundo. Es decir, es como si la mitad de la población de Brasil muriera. O más de 2 veces toda la población de Argentina.

Desde los campos de batalla de Europa, la epidemia evolucionó rápidamente hasta convertirse en pandemia; la enfermedad se propagó por el norte hasta Noruega, por el este hacia China, por el sudeste hasta la India y, por el sur, hasta Nueva Zelanda. Ni siquiera los habitantes de las islas permanecían inmunes. De polizón en buques y en portaaviones de la Marina, en navíos de la marina mercante y en trenes, el virus viajó hasta los rincones más alejados. En el verano de 1918, ya había asolado al Caribe, Filipinas y Hawai. La epidemia hizo estragos en Puerto Rico

Los investigadores creen que lo más probable es que la gripe española se haya originado en Estados Unidos. Uno de los primeros casos conocidos ocurrió el 11 de marzo de 1918.

jueves, 8 de marzo de 2012

Científicos británicos tratan de descubrir en un muerto por 'gripe española' en 1919 la cura a la gripe aviar.

Los restos de un conocido diplomático británico fallecido en 1919 como consecuencia de la epidemia de la llamada 'gripe española' serán exhumados próximamente en un intento de los científicos por descubrir los mecanismos de actuación del virus y encontrar una posible terapia para la fiebre aviar.
El cuerpo del barón Mark Sykes, autor del acuerdo Sykes-Picot, que desmanteló el imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial, está en un ataúd de plomo sellado en su día, y los virólogos confían en que se encuentre en buen estado de conservación.
Si conseguimos unos restos bien conservados, habremos dado un gran paso
Según John Oxford, profesor de virología del Queen Marys College de Londres, que dirige el equipo investigador, sólo hay cinco muestras útiles de tejidos afectados por el virus de la epidemia de 1918-19, pero ninguno es de un cadáver encerrado en un ataúd de plomo.
"Si conseguimos unos restos bien conservados, habremos dado un gran paso", afirma el científico.
La 'gripe española', prima de la gripe aviar.
El diplomático británico, cuyo cadáver reposa en el pequeño cementerio de la iglesia de Santa María de Sledmere, en el condado de Yorkshire, fue víctima de aquella pandemia mundial con sólo 39 años mientras trabajaba para el Gobierno de Londres en la conferencia de paz de París.
La 'fiebre española' fue originada por un virus aviar, bautizado H1N1, muy similar al virus actual, el H5N1, y que procedía igualmente de un ave.
La exhumación cuenta con el visto bueno de la diócesis de York y de los nietos del fallecido
El profesor Oxford, que califica de elevadas las probabilidades de que estalle una nueva pandemia similar a la de los años 1918-19, pidió primero permiso a los nietos de Mark Sykes para exhumar su cadáver.
La diócesis de York ha autorizado también la exhumación por considerar que existen motivos suficientes para creer que "los restos de Mark Symes podrían proporcionar suficientes muestras de tejidos de calidad tal que permitirán al equipo del profesor Oxford llevar a cabo su investigación".
El equipo investigador, que aguarda todavía el necesario permiso del Ministerio del Interior británico, trata de averiguar el modo exacto en que murieron las víctimas de la "fiebre española".
Se trata de determinar si el óbito se debió a una infección vírica masiva, a una infección vírica combinada con una bacteriana o a una tormenta citoquinal, que hace que el sistema inmunológico del paciente ataque el tejido pulmonar.
Otro grupo de científicos, en este caso de Japón y EEUU, infectaron varios macacos con una reconstrucción del virus de la 'gripe española' , a la que llegaron a través de los genes extraídos de tejidos de algunas víctimas de esta pandemia.
Gripe aviar 4 investigación científica

lunes, 5 de marzo de 2012

90 años después


Han pasado 90 años del inicio de la última gran alarma sanitaria por una patología infecciosa aguda como fue la pandemia de "gripe española". La hipótesis más aceptada sostiene que el primer brote epidémico ocurrió en una base militar norteamericana el mes de marzo de 1918 y que, las tropas enviadas por ese país a Europa, a luchar en la Primera Guerra Mundial, transportaron el virus al Viejo Continente, apareciendo los primeros casos de gripe en Francia el mes de abril. Entre abril y junio la primera onda epidémica se extendió por Europa y por el este de Asia, tras atravesar el Océano Pacífico. En junio llegó a Suramérica, en julio al Pacífico Sur y en agosto a la India y a las costas africanas.
Pero la verdadera onda epidémica, la más mortífera, fue la del otoño de 1918. El virus de la gripe, mutado y extremadamente virulento, se difundió por Europa, las dos Américas, África, Asia y Oceanía, causando millones de muertos en todo el mundo, la mayoría de ellos a lo largo del mes de octubre de 1918. La estimación del número de fallecidos es muy complicada, ya que las tasas de mortalidad por la gripe y sus complicaciones respiratorias variaron de unas regiones a otras del globo.

Hay que aceptar que enfermó del 50% al 55% de la población mundial y que el número de fallecidos fue diferente según países y regiones: en Europa se consideran unas tasas de mortalidad de alrededor el 0,5%, aunque en algunos países y regiones creemos que fue superior al 1%; en África hay tasas documentadas del 3% al 5%; en algunas islas del Pacífico, como Samoa, se han calculado tasas de mortalidad del 23%, y en algunas localidades aisladas de Alaska y Canadá, pobladas por inuit (esquimales), murió casi el 100% de su población.

La primera cuantificación mundial la hizo Jordan en 1927, estimando la cifra de muertos por la pandemia en 21,5 millones. Cálculos más fiables de los últimos años, como los de Patterson y Pyle, sitúan el número de muertos entre 24,7 y 39,3 millones de personas. Las cifras entre 50 y 100 millones que circulan en Internet y en algunos medios de comunicación parecen exageradas y al servicio de determinados intereses económicos y políticos.


sábado, 3 de marzo de 2012

La "gripe española" (también conocida como la gran pandemia de gripe, la "Pesadilla" o la "Cucaracha") fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad, causado por un brote de influencia Virus A, del subtipo H1N1, que mató entre 50 y 100 millones de personas entre 1918 y 1919. Fue una de las pandemias más letales de la historia de la humanidad. Se cebó principalmente con adultos y jovenes saludables.

viernes, 2 de marzo de 2012

 Periodos de la epidemia.



La epidemia se desarrolló en el Estado español entres periodos distintos. El primero de marzo a julio de 1918, el segundo de agosto a diciembre de ese mismo año y el tercero, que se prolonga hasta marzo del año 1919 (y con algunos brotes dispares hasta el año 1920).
A nivel mundial, la actividad económica la pandemia tuvo consecuencias catastróficas. Los gastos médicos de los países acabaron de arruinar algunas haciendas, se desarrollaron auténticas migraciones en masa escapando de la enfermedad, la natalidad descendió a límites no conocidos por lo que no se compensaban las muertes producidas por la enfermedad y la guerra. La gripe española está a la altura de plagas como la peste negra de la Edad Media o la que se desató en tiempos de Justiniano.
Tuvieron que pasar quince largos años para que los investigadores Andrews, Smith y Lainlaw identificaran en el Medical Research de Londres el agente causante de la gripe, un virus de tres tipos; el A, B y C. Los dos primeros eran especialmente peligrosos, mientras que el tercero lo podemos calificar como más benigno. Lo realmente importante del descubrimiento es que conociendo el agente se puede preparar una vacuna para luchar contra él, vacuna que llegó en 1940 de la mano del inmunólogo norteamericano Jonas Salk.
Actualmente padecen gripe cada año en el mundo con complicaciones severas entre tres y cinco millones de personas, de estas mueren entre 250.000 y 500.000 anualmente.

Consecuencias de la gripe española


Las consecuencias de esta enfermedad no solo fueron de pérdidas humanas (bastante trágico de por sí), la economía sufrió una de sus peores crisis y la demografía, muy tocada por la guerra, acabó por hundirse definitivamente. Fue la epidemia más grave de gripe que ha sufrido la humanidad pero, seríamos injustos si la consideráramos la única. La gripe es una vieja amiga que tiene la mala costumbre de visitarnos cada año.
Si tuviéramos que buscar una definición al problema deberíamos apuntar que la gripe es una enfermedad infecto-contagiosa aguda del sistema respiratorio. Un episodio de gripe no complicada cursa con un cuadro que incluye tos seca, dolor de garganta, taponamiento y secreción nasal abundante e irritación de los ojos. Normalmente hay escalofríos, fiebre de rápida instauración, dolor de cabeza, muscular y articular y, frecuentemente, síntomas digestivos. En el primer caso los síntomas y la fiebre remiten paulatinamente en el transcurso de pocos días. Sin embargo, cuando el proceso se acompaña o va seguido de una neumonía viral o bacteriana, la mortalidad aumenta.
Ya hemos explicado que no nació en España sino en los Estados Unidos . Se llamó 'española' por la virulencia que tuvo en el país, ya que se calcula que murieron unas 700.000 personas (en Estados Unidos fallecieron cerca de 600.000, pero el astuto lector comprendera de inmediato las diferencias de población entre España y Estados Unidos, aunque sea en el año 1918. Solo un ejemplo, en la Gran Guerra murieron 8 millones).

jueves, 1 de marzo de 2012

Pandemias provocadas por la gripe.

En las pandemias, y así se definen, la epidemia progresa hasta afectar a todo el planeta. Las cinco últimas, del siglo XX, han sido causadas por virus de la cepa A, con la aparición de los subtipos:
  • 1900-1901: A(H3N8)
  • 1918-1919: A(H1N1) (gripe española) con 50 a 100 millones de muertes
  • 1957-1958: A(H2N2) (gripe asiática) con 70.000 fallecimientos
  • 1968-1969: A(H3N2) (gripe de Hong Kong) 47.000 fallecimientos
  • 1977: A(H1N1) (gripe rusa).
  • 2009- : A(H1N1) (gripe A).
Las tres últimas pandemias se originaron en Asia, avanzaron hacia occidente y pasaron a América.
Las pandemias tienen características comunes:
  • aparición de un nuevo virus gripal de cepa A (en lo que corresponde a los antígenos hemaglutinina, neuraminidasa o ambos)
  • existencia de población mundial sin inmunidad previa por ser un virus nuevo.
  • alta capacidad infectiva (trasmisión) de la cepa.
La letalidad acumulada de las epidemias supera, en mucho, a la de las pandemias.

la gripe española fué una de las epidemias mas mortales de la historia

En pleno siglo XX eran posibles las grandes epidemias, sin fronteras y fuera de todo control. La última, iniciada en 1918, fue la “gripe española”.

Paradójicamente, España no fue el foco, aunque en su momento así pudiese parecer, por la especial virulencia y por la publicidad inmediata. Lo cierto es que en muchos otros países la epidemia ya estaba haciendo estragos cuando empezaron a publicarse las primeras noticias sobre sus efectos en España. La diferencia es que España era un país neutral en la guerra, y la prensa española dio estas noticias sin ningún impedimento, mientras que en la mayor parte de Europa se consideró necesario mantener el secreto para evitar desmoralizar a la población y dar ventajas al enemigo.

La epidemia, de hecho, fue mundial. Su transmisión se vió favorecida por el transporte de tropas durante la guerra, como en tantas otras ocasiones anteriores. Pero esta vez existían medios de transporte rápidos y masivos, como los barcos de vapor o los ferrocarriles, y las potencias enfrentadas eran poseedoras de imperios coloniales que cubrían prácticamente todo el planeta, de manera que pocas zonas del mundo se vieron exentas de contribuir con soldados o con ayuda material y logística, y de recibir a cambio esta mortífera plaga. La evaluación de sus efectos es todavía hoy materia polémica. No sólo la propia guerra mundial, sino la situación revolucionaria en Rusia o la falta de registros e información en buena parte del mundo, hacen que las evaluaciones vayan desde los 25 hasta los 200 millones de muertos, y es posible que llegase a infectar a prácticamente la mitad de la población mundial, de la cual el 25% habría mostrado efectos clínicos