miércoles, 23 de mayo de 2012

libro: la reacción social ante la gripe española parte 18


A partir de este punto se va trazando un cuadro
clínico completo clasificando los casos por su gravedad, sea
por registrar solamente fiebre y malestar, pasando por
síntomas traqueo-bronquiales, cefaleas, quebrantamiento,
hasta llegar a los casos más complicados en relación con
órganos anteriormente afectados, aunque siempre
predominando los relacionados con el aparato respiratorio

Se pasa entonces al examen en laboratorio de los
productos de los enfermos para concluir en la presencia del
bacilo de Pfeiffer. No se menciona su ausencia en muchos
casos, según los médicos civiles, ni el hecho de que,
inoculado a animales de laboratorio, no producía los mismos
síntomas encontrados en la gripe habitual. Por la atención
que se presta a describir el modo analítico de encontrar el
bacilo se podría presumir, sin mencionarlo, que el hecho de
no encontrarlo pudiera ser motivado por una técnica de
laboratorio más limitada.
“Esta bacteria, corta y delgada con aspecto de
cocobacilo, se tiñe con los colores de anilina
ordinarios, pero muy bien con Ziehl diluido,
actuando durante largo rato; no toma el Gram y
se encuentra en abundancia cogiendo grumos
purulentos de los esputos, sin que sea necesario
el lavado previo de los mismos con agua salina,
según se ha indicado por algunos como esencial
para encontrarlo…
Como es de suponer, se encontraban en los
frotes hechos con esputos de estos enfermos,
además del bacilo Pfeiffer, que consideramos el
específico, otros gérmenes huéspedes habituales
de vías respiratorias que pueden desempeñar un
papel importante en el proceso patológico; así
hemos logrado identificar estreptococos
pneumococos catarralis y otras bacterias.

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