Según las estimaciones más recientes la cifra de muertos oscilaría entre 50 y 80 millones de personas, entre un 2’5 y un 5% de la población del planeta en ese momento. En España murió el 1’5% de la población, lo que supuso que nuestro país tuviese un crecimiento negativo en 1918. En EEUU (Estados Unidos) la esperanza de vida en ese año se acortó más de 10 años.
Aunque sólo han transcurrido 90 años desde la pandemia y a pesar de las enormes repercusiones que en consecuencia hubo de tener, la historia oficial se ha olvidado de ella, siendo muy difícil encontrar datos de su impacto más allá de los virológicos o científicos. Existe abundante literatura sobre las repercusiones económicas de la I Guerra Mundial, pero no de la pandemia de 1918. Quizás esto se deba a la propia guerra o la situación de revolución social que se vivía en muchos lugares, o también a las características epidemiológicas de la propia gripe: duración corta que no alcanzó a producir el terror que suscita la palabra “peste”, ni a afectar irreparablemente la vida social y económica de la sociedad. Además las posteriores pandemias de 1957 y 1969 fueron de escasa mortalidad, lo que apaciguaría el temor de que pudiera repetirse. |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario