miércoles, 23 de mayo de 2012

libro: la reacción social ante la gripe española parte 56


enfermedades cediera en su mortalidad.
Precisamente a Francia fue una delegación de
médicos durante este mes: los doctores Pitaluga, Marañón y
Ruiz Falcó, enviados por el Ministerio de Gobernación,
quizá para rehuir las críticas políticas recibidas. El informe
emitido por la delegación consta de varios y esclarecedores
puntos tras la confrontación de sus propios casos e
investigaciones con las de los médicos franceses. Hay que
aclarar que por entonces ya era un hecho confirmado el
armisticio que daría paso al final de la Gran Guerra, con lo
que las informaciones sobre la epidemia en otros países y,
en particular la comunicación con Francia, encontraron un
mejor momento. Las conclusiones eran las siguientes:
1) Las manifestaciones clínicas y bacteriológicas de la
enfermedad en ambos países demostraban
sobradamente la coincidencia de los casos

presentados. Se estaba, por tanto, ante una epidemia
gripal en ambos países.
2) En cuanto al origen bacteriológico se observaba,
como en España, la presencia del bacilo de Pfeiffer.
No obstante también estaban presentes los
estreptococos, solos o en asociación con
neumococos, además de estafilococos, etc. Quedaba
abierta la interesante cuestión planteada por un
médico francés en Túnez de que el agente causal
fuera un virus filtrable.
3) Se confirmaba que la transmisión del agente causal
era por vía aérea y a través de las expectoraciones de
los enfermos, descartándose el agua o los alimentos.
4) Como en España, las condiciones aéreas referentes a
aglomeraciones, actos públicos, etc., extendían y
multiplicaban el contagio.
5) La principal medida profiláctica era el aislamiento de
los enfermos. Sin embargo, era constatable la
imposibilidad de esta medida en la mayoría de los
casos por estar los hospitales con un exceso de
enfermos. Por ello los médicos franceses
recomendaban aislar sólo los casos más graves, algo
en lo que los españoles discrepaban por entender que
el contagio era igual o más peligroso con los
pacientes benignos. Sin embargo, se constataba la
imposibilidad de tal aislamiento salvo en cuarteles y
organizaciones controladas semejantes.

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